Las viudas ya no vestimos de negro

Uno de los objetivos de la Asociación Vida es dar una imagen del estado de viudedad menos prejuiciosa y negativa, más acorde con estos tiempos. En los 60 y 70 si moría tu marido debías estar dos años de luto y seis meses de alivio, tiempo durante el que se dejaba progresivamente el negro. Se te prohibía salir o hacer vida social y lo habitual es que nunca más volvieras a tener compañero sentimental. 

      Hoy día, al cabo de tres o cuatro años las mujeres que enviudan cuando son jóvenes suelen volver a tener pareja. Popularmente se dice que  "han podido rehacer su vida". Esta expresión, que desprende un tufo machista, obliga a pensar que la  existencia de estas viudas volverá a tener sentido sólo cuando vuelven a estar emparejadas. 

      Cuando le dicen a una mujer que enviuda joven "no te preocupes...podrás rehacer tu vida" habría que responder  que su vida no depende de tener o no pareja, el hecho de compartir la vida con alguien no es garantía de tener una existencia feliz porque la felicidad no depende de los otros, sino de uno mismo. 

      En este sentido, la emancipación sexual ha favorecido  a las mujeres porque además de tener relaciones diversas están más abiertas a un modelo de convivencia flexible lo que permite continuar la vida como siempre y optimizar la integración familiar y la vida social mejor que cuando se comparte el hogar las 24 horas al día. Por todo ello debemos recordar que una mujer viuda ha perdido a su marido, su historia de amor se ha interrumpido para siempre pero su vida sigue,  no tiene que "rehacerla" con nadie.